Alta Cocina Cannábica
- Are Visual
- 24 nov
- 1 Min. de lectura
La cocina cannábica ha dejado de ser un estigma para convertirse en una realidad gastronómica de moda. Chefs de todo el mundo exploran las posibilidades del cannabis como un ingrediente capaz de aportar aromas únicos, texturas innovadoras y beneficios funcionales a sus platos.

La clave está en el respeto por la planta: entendiendo sus compuestos y aplicando métodos de cocina que potencian sus cualidades sin eclipsar el resto de los ingredientes.
La planta de marihuana permite hacer platos creativos y diferentes. Eso sí, para ello, la precisión es clave ya que hay que tener cuidado con el calor a la hora de cocinar la planta y no estropear ni su sabor final ni sus compuestos. Precisamente, por eso existen las siguientes formas de cocinar con el cannabis, entre las que se encuentran:
Infusión en grasa: La técnica más común. Consiste en infusionar mantequilla, aceite de oliva, coco o manteca de cacao con cannabis descarboxilado para extraer cannabinoides y terpenos.
Caramelización de flores: Las flores pueden caramelizarse para crear snacks crujientes, toppings o decoraciones para postres y platos principales.
Infusión en frío: Ideal para preservar terpenos volátiles. Se deja reposar la planta en aceite a temperatura ambiente durante horas o días, logrando perfiles aromáticos más delicados.
Microdosificación: Ajustar la cantidad de cannabis para obtener efectos controlados. Es fundamental en alta cocina para garantizar la seguridad y disfrute de los comensales.
Ahumados y reducciones: Los chefs utilizan hojas y tallos para ahumar alimentos, o realizan reducciones de líquidos infusionados para concentrar sabor y cannabinoides.
Fuente: cocinacannabica




Comentarios